Carrizo phragmites australis
El carrizo es una planta perenne típica de zonas húmedas en las que forma grandes espesuras. Habita en zonas donde la corriente no es muy elevada y sirve de refugio para numerosas especies de aves. En el pasado se ha utilizado su tallo para hacer techos de pequeñas edificaciones de campo.
El carrizo, cuyo nombre científico es Phragmites australis, es una planta perenne de la familia de las Poáceas. Es originaria de Europa, Asia, África y América del Norte. Esta planta se caracteriza por tener tallos erectos y huecos que pueden llegar a medir hasta 6 metros de altura. Sus hojas son largas y estrechas, de color verde azulado. El carrizo es una planta muy resistente que puede crecer en una amplia variedad de suelos, incluidos los pantanosos y salinos. Se reproduce principalmente por semillas, pero también puede propagarse a través de rizomas subterráneos que forman densas matas. En cuanto a su uso, el carrizo es ampliamente utilizado en la restauración de humedales y en la filtración de aguas residuales, ya que es capaz de absorber contaminantes y nutrientes del agua. También se utiliza en la construcción de techos, cestas y esteras, así como en la fabricación de instrumentos musicales.
En resumen, el carrizo es una planta versátil y resistente que desempeña un papel importante en la restauración de ecosistemas acuáticos y en la fabricación de diversos productos.
Los carrizales son ocupados por multitud de aves acuáticas, utilizándolos para nidificar. Algunas de ellas reciben incluso el nombre de Carriceros (como los pertenecientes al género Acrocephalus).
Antiguamente la caña se utilizaba tradicionalmente para techar chozas y preparar cercados en algunos lugares.