Olmo ulmus minor
- Altura: Puede alcanzar alturas de hasta 25-30 metros, dependiendo de la especie y las condiciones de crecimiento.
- Diámetro del tronco: El diámetro del tronco de un árbol de olmo puede ser de hasta 1 metro.
- Corteza: La corteza del olmo es de color grisáceo y puede presentar fisuras y surcos a medida que el árbol envejece.
- Hojas: Las hojas del olmo son simples, ovales y aserradas en los bordes. Son de color verde y pueden volverse amarillas en otoño antes de caer.
- Flores: Las flores del olmo son pequeñas y poco vistosas, de color verde o marrón, y aparecen en racimos colgantes en la primavera.
- Frutos: El fruto del olmo es una pequeña nuez alada que contiene una sola semilla. Estos frutos suelen madurar en otoño y pueden permanecer en el árbol durante el invierno. Es importante tener en cuenta que existen diferentes especies de olmos, cada una con sus propias características específicas en cuanto a tamaño, forma de hojas, resistencia a enfermedades, entre otros aspectos. Los olmos son árboles muy apreciados por su belleza ornamental, su resistencia y su capacidad de adaptarse a diferentes tipos de suelos y condiciones climáticas. Sus pequeños frutos forman parte de la alimentación de muchos animales, pero son especialmente interesantes para las aves, principalmente para los denominados «fringílidos» (lúganos, jilgueros, pinzones, verderones, picogordos, verdecillos) que los aprovechan en los meses en que los olmos dispersan sus semillas entre marzo y abril.
Además, la facilidad de crecimiento y fortaleza de esta especie arbórea lo hacían ideal para las separaciones de márgenes de caminos y lindes. Como curiosidad el poeta sevillano Antonio Machado ya le dedica un poema al olmo titulado “A un olmo seco”, y el cual dice:
«Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento».
Propiedades medicinales: Para el hombre primitivo, el olmo, contaba con propiedades medicinales y curativas de vital importancia. Las hojas maceradas en vinagre servían contra la sarna y para curar las heridas, el cocimiento de sus hojas o de la corteza de las raíces ayudaban a soldar con rapidez los huesos rotos, las hojas se guardaban durante el invierno para dar de comer al ganado e incluso las tiernas, recién brotadas en la primavera, se cocinaban para ser comidas como cualquier hortaliza..